Eduardo Martínez (EasyVista): "En los últimos años se han parado muchos proyectos empresariales por prudencia frente a la crisis"

Ha llegado la hora de perder el miedo. Las empresas que no inviertan en servicios tecnológicos en los próximos 5 años emprenderán un viaje de regreso al siglo XX del que no podrán escapar. Tener una web o una cuenta de correo electrónico no tendrá valor. Será la capacidad casi infinita de innovación tecnológica quien desarrolle una mayor productividad y competitividad. 

“Tendencias como big data, cloud computing, redes sociales, consumerización y movilidad están cambiando radicalmente la relación cliente-proveedor”. Así de rotundo se muestra el director general para el Sur de Europa de EasyVista, Eduardo Martínez, con el que hemos hablado precisamente sobre el comportamiento de las empresas, sobre todo españolas, ante esa tendencia, o si por el contrario ahora mismo no se presenta como una realidad. 

En ese sentido cree que las empresas “están dando pasos para adaptar sus tecnologías de información a este nuevo contexto aunque es cierto que todo el ‘legacy’ existente no ayuda a avanzar ágilmente por este camino”. No obstante, y pese a esta dura y triste realidad estando sumergidos de lleno en el siglo XXI, Eduardo Martínez se muestra optimista, ya que según su opinión, “en línea con la mejoría económica, a lo largo de 2015 vamos a ver muchos más proyectos de sustitución de soluciones obsoletas por herramientas pensadas para gestionar este nuevo contexto”. 

Dicho esto, como toda moneda, también hay un reverso. Este lo ha producido el parón económico que nos sigue susurrando que todavía las cosas siguen económicamente débil. Así, el director general para el Sur de Europa de EasyVista asegura que “en estos últimos años se han parado muchos proyectos por prudencia frente a la crisis o imposibilidad de afrontarlos”. Aunque prefiere quedarse con ese lado positivo, basado seguramente en los esfuerzos llevados a cabo, y cree que hay una “mejoría significativa en este sentido”. 

¿Nubes reales?                                                                                         

En países donde las burbujas han sido la forma de actividad económica para el crecimiento, parece que “estar en la nube” es la continuación de una utopía que no tiene los pies en la tierra. Así pues, los informes por delante y seguimos hablando. Eurostat afirma que solo el 14% de las empresas españolas usan servicios cloud. Eduardo Martínez, con firmeza, intenta poner en contexto la situación de nuestro país. “España aparece en este informe cerca de la media de adopción de servicios cloud dentro de la Unión Europea. Nuestra experiencia como empresa multinacional nos confirma que otros países de nuestro entorno van algo más rápido. Sin embargo hay cada vez más iniciativas para implantar servicios en la nube y empezamos a ver algunos proyectos que afectan a servicios críticos con lo que somos optimista”.

Nuevamente, y aunque en términos económicos puede ser una espada muy débil para blandir, el “optimismo” sale a relucir. Por ello, con una situación de crisis todavía mediante, y sin saber si salimos de una, o entramos en otra, sea como sea el responsable de EasyVista para el Sur de Europa cree que es el momento de tomar conciencia de la importancia de los servicios cloud, y que las empresas tienen de volver a crecer a la vez que el time-to-market de productos y servicios se acorta de forma acelerada.

Por este motivo, y de forma muy esquemática, nos desgrana tres argumentos válidos (y necesarios) por los que una empresa debe afrontar su transformación tecnológica. Primero, el time-to-market ya que SaaS permite realizar implantaciones en pocas semanas; segundo, la flexibilidad tanto en el modo de pago como en la capacidad para realizar cambios ágilmente que soporten el ritmo que necesita el negocio; y tercero, el Coste Total de Propiedad que en el caso de EasyVista puede ser hasta un 50% inferior comparado con las soluciones “legacy” tradicionales. 

Los retos de EasyVista                                                                             

Llegamos al punto que afecta a su negociado, a su empresa, a poner en valor lo propio, y en servicio para los demás cómo será su producto. En este caso, Eduardo Martínez, detalla que durante los años de crisis han “mantenido una línea de crecimiento muy positiva” que en los 3 últimos ejercicios les ha llevado a crecer a nivel global por encima del 25% en cada uno de ellos. “Buena parte de este crecimiento se está basando en la excelente marcha de nuestra filial en Estados Unidos así como en el crecimiento sostenido en mercados como Francia, España o Portugal”. 

Asimismo, a largo plazo han planteado un Plan Estratégico a 5 años llamado Power100 con el que pretenden, a finales de 2019, llegar a facturar 100 millones de dólares con un 50% de su negocio en América y otro 50% en Europa.

Las cartas están marcadas. Cada uno sabe qué figuras jugar y de qué modo. Ya no hay tendencias, existen realidades. El que no pretenda verlas, o tenga algún temor en asumirlo, habrá perdido. Seguramente para esas empresas que empezaron su actividad en los años '80 todo esto, si no lo habían hecho ya, supone una cambio radical en su manera de plantear los negocios, pero no hay alternativa.  

Por: Raúl Masa (@raulmasa)