Amazon mata a muchos escritores por su mala digestión

En la variedad reside el gusto. Esta expresión es la que hace del libre mercado su razón de ser. Es decir, cada persona puede adquirir el servicio que prefiera, y listo. Ahora bien, ¿qué sucede cuando la oferta es tan grande que se pierde a ojos del consumidor? Pues sucede lo que cientos de escritores viven en estos momentos en Amazon, que “el Dorado” de publicarse a uno mismo se convierte en una pérdida de tiempo (y dinero).

Aunque esta historia de ascensión y bajada a los infiernos tiene un camino muy claro. En primer lugar, con la llegada de Amazon, las herramientas de para autopublicarse y autoedición, etc., provocó un auge en el sector editorial, pero desde hace unos meses, concretamente desde que el gigante tecnológico lanzara su servicio de lecturas ilimitadas pagando una cuota al mes (9,9 euros), muchos de estos escritores “menos conocidos” han visto como su nombre ha desaparecido de las listas de ventas. 

Así pues, desde hace algún tiempo en los principales foros donde se habla del universo Kindle, tanto usuarios, lectores como escritores mostraban su desencanto al ver cómo este nuevo modelo de negocio en Amazon les suponía una importante pérdida de visibilidad ante la ingente cantidad de títulos que pone a disposición del cliente la compañía de Jeff Bezos, concretamente 700.000 obras. 

Pero el detonante ha llegado cuando un medio de relevancia mundial como The New York Times ha escupido el tema sobre la opinión pública. Dando voz a diversos expertos, consultores y escritores, una de las principales conclusiones a las que han llegado es que el mercado no es tan elástico como se había hecho creer, y que al final el consumo termina siendo limitado. 

De este modo, si la gente compraba obras de autores “menos conocidos” era por su precio. Bajo coste y alta calidad. ¿Pero qué sucede si por menos de 10 euros al mes hay cientos de miles de obras disponibles? Ahora bien, en ese mismo reportaje de NYT, expertos del sector editorial hablan de que no solo será perjudicial para los escritores con menos nombre en la industria, sino que las grandes firmas verán como esta “barra libe” de títulos que propone Amazon pasará factura a todos. 

La variedad es un plus que la tecnología ofrece a los usuarios, pero en el contrato hay una letra pequeña que a su vez deben asumir los consumidores: los creadores verán reducida su parte del pastel a la mínima esencia, y eso puede provocar que muchos de ellos tengan que dejar ese sueño de ser escritores, en este caso, porque Amazon no sabe digerir bien todo lo que engulle. 

Por: Raúl Masa (@raulmasa)