HTC One (M9), la última oportunidad

Hay ciertas compañías que parecen tener más vidas que un gato, y aunque los medios especializados se empeñan en matarlas después de cada ejercicio fiscal, parecen anclarse al mercado para demostrar que siguen vivas. Este puede ser el ejemplo de HTC, que desde hace ya varias semanas deja que fluyan alegremente los rumores sobre el posible HTC One (M9) para subirse a su estructura como bote salvavidas.

Siempre queda la esperanza de que si un terminal no ha tenido el resultado esperado, como en realidad le ha sucedido al HTC One (M8), su siguiente evolución pueda calmar los ánimos de inversores y accionistas. Pero nada más lejos de la realidad. Cada nuevo lanzamiento de la compañía taiwanesa se ve sobrepasado en expectativas por otra firma, ya sea Apple, Samsung o Sony. Es decir, al final ante la opción de compra, muchos usuarios no guardan el más mínimo conato de fidelidad a HTC y compra cualquier cosa que les parezca mejor. 

Ante esta situación, la pregunta es clara, ¿podrá HTC seguir sobreviviendo? Pese a los beneficios obtenidos en su último trimestre, la realidad es que han vendido menos, han ingresado menos, y todo simplemente se debe a una estratégica reducción de costes. Así pues, llevan 3 años consecutivos vendiendo menos que el anterior, y eso no es soportable, sobre todo de cara a quienes ponen el dinero, y luego esperan recibir algo a cambio. 

No obstante, HTC parece seguir peleando. Esto lo demuestra el hecho de que tienen, al menos, estrategias visibles. Por ejemplo han decidido no sacar al mercado tablets de gama baja, porque piensan que no puede competir en costes. Asimismo, pretenden seguir con la fabricación de su smartwatch, porque creen que habrá hueco en el mercado. Vamos, que la fe no la pierden. 

HTC One (M9) sin su diseñador                                                              

Pese a esta buena intencionalidad de la compañía taiwanesa, lo cierto es que va de revés en revés. El último lo recibió hace unos meses cuando uno de sus jefes de diseño, y principal artífice de los últimos modelos, Scott Croyle, dijo que “abandonaba el barco”. Así, y pese a que lógicamente tendrán una línea continuista en el posible HTC One (M9), nadie descarta que puedan ir a peor. 

Con todos estos condicionantes, y los ya sabidos que vienen desde China pisando fuerte, más la eterna disputa frente a colosos como Samsung o Apple, no parece que el viento pueda soplar a favor de HTC, y es más, si lo hace seguramente le pille a pie cambiado. Parece que salvo una gran sinergia, la compañía taiwanesa no tiene un futuro muy brillante. 

Por: Raúl Masa (@raulmasa)