"Diseño web adaptativo o responsive": cuando la tecnología móvil se adapta a las personas

El tiempo de la tecnología móvil ha llegado, de eso no hay duda, ¿o sí? Aunque parezca una contradicción en sí misma, todos los días salen a la luz cifras y datos que arrojan una realidad: el consumo de Internet a través del móvil se ha multiplicado de manera exponencial, pero curiosamente muchas webs, da lo mismo que sean empresas, medios o comercios online, siguen sin adaptarse. 

En este caso hablamos de diseño web. Así, en lo que respecta a contenido y todo lo que se transmite se trabaja relativamente bien, pero en muchas situaciones el diseño, y lo que termina viendo el usuario o cliente, se ha descuidado y no se ha avanzado todavía lo necesario. Para abordar este asunto contamos con la opinión de una voz autorizada, la de Pedro Clemente, autor del libro 'Diseño Web Adaptativo', donde se intentan aclarar algunos conceptos al respecto. 

Existe cierta confusión entre el “diseño web adaptativo”, y si eso es lo mismo que el responsive, o la adaptabilidad web, ¿dónde surgen las diferencias, y cómo se podría explicar de manera sencilla? 

Trataré de explicar las diferencias brevemente. El término original es el de responsive. Hablamos de Responsive Web Design cuando una única web presenta los contenidos de modo diferente en función del tamaño de la pantalla. Se trata, insisto, de una única URL, que acapara todo el tráfico web (lo cual es importante para el posicionamiento). No hay versión móvil y versión de escritorio. Solo una web que adapta los contenidos al tamaño de pantalla. Es una técnica adecuada en un mundo cambiante donde cada día aparecen móviles y tablets nuevos. 

Cuando traducimos el término Responsive al castellano es cuando pueden surgir confusiones. Yo elegí, entre las posibles traducciones, la expresión Diseño Web Adaptativo porque me parece que, atendiendo al significado, es la más adecuada, y así lo explico en la introducción del libro. Pero no es un término sobre el que, a día de hoy, haya un consenso generalizado. Se habla también de diseño adaptable, se utiliza mucho el término inglés, incluso se habla de diseño responsivo (lo cual no me parece muy adecuado). Lo importante es que, se utilice el término que sea, quede claro que nos estamos refiriendo a una técnica concreta, que se lleva a la práctica de un modo concreto. 

En tal caso, y desde su perspectiva, ¿qué aconseja para una empresa? 

Hoy en día son todavía muy pocas las empresas con webs adaptativas. Todos como usuarios sufrimos cuando vemos en un móvil una web que no está preparada. Los dedos tiene que comenzar a actuar para agrandar, mover a derecha e izquierda. Esto no puede ser. Sí es verdad que para dar solución a este requerimiento de los usuarios existen otras técnicas. Se puede utilizar la famosa versión móvil, o incluso utilizar una app. Al final es la empresa la que toma la decisión de lo que más le conviene. Debe estudiarlo con detenimiento y decidir por un camino u otro. El más versátil de todos es el diseño adaptativo. Pero la decisión puede depender de los objetivos que se busquen y de los servicios que se propongan. Lo que no es de recibo es no dar una solución adecuada a los usuarios.

En su libro, ‘Diseño Web Adaptativo’, habla de “dar soluciones a los problemas actuales de diseño”, ¿cree realmente que existe un problema en estos momentos? 

Pues ya lo he comentado en la pregunta anterior. Que como usuarios nos sintamos frustrados al consultar una y otra web en un móvil, para mí es un problema. Esa empresa está perdiendo clientes si no da un buen servicio. Desde el punto de vista técnico tener webs amigables requiere utilizar las técnicas adecuadas para el mundo móvil y el mundo de la multipantalla. A eso me refiero cuando hablo de los problemas actuales del diseño. El uso de imágenes, por poner un ejemplo concreto, está siendo largamente debatido para darle un tratamiento adecuado. Nos encontramos en la era de la imagen, queremos imágenes de calidad y atractivas, y se da la paradoja de que tenemos pantallas de pequeño tamaño pero con una resolución de pantalla inimaginable hace unos pocos años. Esta situación necesita soluciones nuevas. 

¿Cómo es posible que ante la explosión móvil muchas empresas estén tardando tanto en reaccionar sobre su diseño? 

Eso es algo realmente difícil de entender. Pero no es nuevo. Le pondré como ejemplo algo que viví hace unos cuantos años. Hasta que por ley no se obligó a las empresas que cotizaban en Bolsa a tener una web corporativa con información para los accionistas, un elevadísimo porcentaje de empresas no tenían web. Y no hablo del siglo pasado. Durante la elaboración del libro, debatía con mi editor sobre lo rápido o lento que se producen los cambios tecnológicos. La técnica del responsive design nace en Estados Unidos en 2010. El primer libro en castellano, específico sobre el tema, sale a la luz en octubre de 2013. Demasiado tiempo. 

¿Qué ejemplos podría citar como un éxito de diseño web adaptativo?

En esto, los americanos van por delante. La técnica nació allí y el mundo de la prensa la incorporó hace ya tiempo. El medio pionero fue The Boston Globe, con una web adpatativa muy completa y funcional. En este aspecto destacaría el esfuerzo de la comunidad de WordPress para fabricar temas ya preparados para comportarse de forma adaptativa y al alcance de cualquiera. Algunos frameworks, como bootstrap, facilitan mucho el desarrollo de webs adaptativas. Y para ver páginas de sectores variados, recomiendo http://mediaqueries.com 

Desde su experiencia, ¿cuál cree que puede ser el siguiente paso en el diseño web móvil?

Uno de los mayores problemas de los contenidos en móviles es la velocidad de conexión. Esta circunstancia que hay que tener en cuenta, hay que optimizar los contenidos para que el usuario reciba los datos en el menor tiempo posible. Eso no significa, como se hacía antes con las versiones móviles, suprimir contenidos y ofrecer una versión más light. Pienso que en poco tiempo este problema va a ser de orden menor. El 4G empieza a ser una realidad y ya se habla del 5G. Lo importante es que las compañías vean negocio no tanto en la conexión, los preciso deberían bajar, como en el conjunto de servicios que se ofrecen a través de la conexión. Pero este es otro problema. 

Por: Raúl Masa (@raulmasa)