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Las emociones personales influyen en el rendimiento laboral


A pesar de llevar casi dos décadas concienciados de la importancia que las emociones tienen para el rendimiento profesional, las empresas aún no han encontrado el santo grial que les permita abordar este importante problema que tanta repercusión tiene en sus resultados reales. 

Un gran número de empresas no saben cómo minimizar esa influencia, y muchas ni tan siquiera son conscientes de que sufren dicho problema. Una persona normal, en un momento vital tranquilo, es capaz de aprovechar con eficacia aproximadamente un 80% de su tiempo total de trabajo, según nos dice Mario Garcés, experto formador y consultor de RRHH. 

Este porcentaje se reduce rápidamente si las condiciones laborales en la organización no son las idóneas. Las presiones en el entorno profesional como el estrés, la incertidumbre, el miedo o la falta de motivación, pueden reducir el tiempo efectivo de trabajo hasta un escaso 50%. Si, además, la persona se ve inmersa en situaciones personales que generan tensión adicional tales como separaciones, problemas de salud o con los hijos, económicos o de otro tipo, este porcentaje puede quedar reducido a menos de un 30% real

Las cifras son difíciles de precisar porque las personas, como medida de protección, no suelen hacer explícitas en su organización esas circunstancias. Pero las organizaciones sí notan esos impactos de forma indirecta a través de sus resultados y costes de operación. No hay que olvidar que esos fenómenos emocionales tienen además efectos colaterales en fenómenos como el incremento de la conflictividad y la extensión de los tiempos de resolución de esos conflictos. 

De este modo, las empresas podrían aumentar hasta un 35% su productividad si gestionaran adecuadamente esas situaciones que afectan a su personal. Desde su experiencia profesional, con sencillas acciones formativas puede capacitarse al personal de una organización para hacer frente de una forma más eficaz a todas esas situaciones. 

Por: Mario Garcés (@GarcesEmociones)

1 comentario:

  1. Cuando iniciamos con un empleo nuevo o bien un cambio de área, las responsabilidades que conlleva muchas veces pueden afectar nuestro lado emocional; la ansiedad, el estrés, el enojo, la frustración y muchos otros sentimientos provienen de nuestro lado más humano y son normales si se saben controlar. Para poder tener un desempeño laboral favorable es necesario saber canalizar nuestro lado emocional.

    Les comparto un artículo con algunas situaciones emocionales que deben abordarse con inteligencia.

    http://goo.gl/Z2rSt6

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