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Elige bien tu ejemplo de ‘social media’


En la famosa película ‘American History X’, el protagonista (Edward Norton) le dice a su hermano pequeño que prepara un trabajo para el Instituto, que si no encuentra algo muy bueno, lo que debe hacer es copiar a los mejores. Pues bien, este ejemplo que puede ser muy práctico en algunas parcelas de la vida, hay en otros campos que puede ser una verdadera equivocación. Eso sucede en el mundo del Marketing, cuando copiar una estrategia llevada a cabo por otra empresa puede suponer un suicidio en toda regla

Bien porque sea más grande o pequeña, porque su público se más o menos fiel, o cualquier otra variable, intentar copiar una estrategia de Marketing es algo bastante disparatado, y pese a la obviedad, en lo que respecta a las estrategias a través de Redes Sociales, al ser tan novedosas y con un histórico tan liviano, muchas empresas creen que la solución pasa por copiar algunas acciones de éxito y extrapolarlo a gusto de cada uno, pero eso es un error. 

Pero no solo en cuestión de Redes Sociales se mete muchas veces la pata a la hora de desarrollar las pertinentes estrategias de Marketing Digital. Y es que no conocer bien los entornos, las herramientas, las posibilidades que te ofrecen las mismas, el control infinito de la competencia, todo supone un gran cambio para departamentos que han trabajado muchos años sobre los mismos paradigmas comerciales, y aunque siempre ha habido que estar a “la última”, ahora ese esfuerzo es doble. 

Por este motivo, hay varios factores que se deben tener muy en cuenta: 
1. Capacidad económica. Nos duela o no, lo primero que se debe tener muy presente es el dinero disponible. Creer que las herramientas digitales son más baratas es un error de bulto que se comete con mucha frecuencia. Esto conduce a imitar modelos de empresas que han invertido un dinero que, a lo mejor, no es muy visible pero que está invertido. En capital humano, en estudio de mercados… Todo eso conduce a establecimiento de una estrategia que difícilmente se puede imitar, sobre todo en un prolongado espacio de tiempo, si no se tienen las mismas “armas”. 

2. Capital humano. Relacionado con lo anterior, la falsa apariencia que ofrecen Internet de facilidades, solo son tal cuando hay un trabajo muy grande por detrás. Por eso, lo fácil puede haber llevado un trabajo por detrás de un departamento de 5 o 6 personas. Así, de mala manera 2 o 3 personas, y con otras tareas asignadas, podrán hacer lo mismo, pese a que en apariencia así lo crean. 

3. Diferentes públicos. No tienen la misma propensión al consumo los compradores de productos tecnológicos, que a lo mejor los consumidores de cultura. Por lo tanto, aplicar estrategias y acciones de empresas con targets comerciales tan variados, puede provocar la sensación de que nuestros clientes no quieren el producto. 

4. Objetivo real. Hay empresas que están en redes sociales, o hace marketing, simplemente para tener una amplia visibilidad. Otras enfocan todas sus acciones a la conversión en compra… Cada uno se fija unos objetivos previos. Por lo tanto, si nosotros queremos vender, pero imitamos la estrategia de alguien que quiere hacer otra cosa distinta, aunque eso le haya dado un alto rendimiento, por ejemplo, en redes sociales, de nuevo se estarán haciendo mal las cosas. 

Estos son solo algunos ejemplos de por qué no todas las estrategias son aplicables a todas las empresas. Lo principal, aunque parece que no todos lo quieren ver, es fijarse un objetivo. No hay campañas mejores o peores, solamente hay objetivos que se cumplen o no

Por: Raúl Masa (@raulmasa)

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