¿Empleo e inversiones sin crédito?

“El crédito no está llegando a las familias y las empresas”. A cualquier hora del día, y en cualquier medio, se puede escuchar esta frase tan manida desde que se empieza a hablar del principio del fin de la crisis. Ahora bien, si hace unos días analizábamos en este medio cómo se comportan las entidades financieras con las pymes y autónomos, el tema vuelve a ser recurrente para ver cómo valoran los bancos esta situación. 

El último en alzar la voz ha sido el consejero delegado de BBVA, Ángel Cano, que en su intervención en la Asamblea de la CEOE ha dejado muy claro cuál debe ser la línea de trabajo para salir de la crisis: “Las entidades sanas se tienen que comprometer con la sociedad española y contribuir de manera activa a la revitalización del crédito”. Además, en este sentido, ha añadido que “un sector financiero solvente y responsable es necesario para impulsar el crecimiento de la economía española”. 

La teoría parece que tiene su lógica. No se puede pedir a entidades financieras que están siendo rescatadas que apoyen al tejido empresarial. Pero el consejero delegado de BBVA cae en una contradicción preocupante y que nadie quiere solucionar. 

Ángel Cano asegura que las empresas deben crear empleo, incrementar la competitividad y mejorar su posición en los mercados internacionales. Además, cree que la excelente evolución de las exportaciones españolas, que han aumentado cerca de un 30% desde marzo de 2009, es vital para la recuperación de la economía. En esta línea, mantiene que “la internacionalización de la empresa española es crucial en la estrategia de crecimiento a medio y largo plazo”. 

Pero luego dice esto: “Uno de los reproches que con más frecuencia se hace al sector al que pertenezco es que el crédito no llega a la economía real”, y es esto es debido a que el mercado de crédito está distorsionado y no funciona correctamente. La oferta y la demanda no están alineadas; existen empresas y personas que se han quedado sin proveedor financiero. Además, añade que “estamos inmersos en un fuerte proceso de desapalancamiento en la economía, que continuará hasta que los indicadores se normalicen. El volumen de créditos del sector residente sobre PIB pasó de un 89% en el año 2000 a un 172% en 2008. En febrero de este año, se había reducido hasta un 147%”. 

Es decir, por un lado invita a las empresas a crear empleo, incrementar la competitividad e invertir en los mercados internacionales, pero al mismo tiempo asume que no está habiendo una fluidez crediticia real. ¿Cómo puede ser eso posible?, ¿cómo van a irse las empresas a generar productividad fuera de España sin ayuda económica? 

Las palabras de Ángel Cano tienen una coherencia lógica, pero el problema es que no se adaptan a la realidad. Las empresas, sobre todo las más pequeñas, han realizado esfuerzos por encima de sus posibilidades, ahora es turno de las entidades financieras, sobre todo esas “más saneadas”, como él menciona, las que definitivamente tienen que coger los mandos y generar decididamente una mejora en la economía. A la inversa no puede ser. 

Por: Raúl Masa (@raulmasa)

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