Tecnilógica pone sonido a la historia de la Biblioteca Nacional

Una visita guiada, varias fotografías, y la certeza de que aplicando la tecnología necesaria es posible hacer todo. ¿Incluso reproducir música que lleva en silencio más de un siglo? Incluso. De esta forma tan sencilla, y a la vez tan comprometida, surgió un proyecto que no era fácil si no se poseía la capacidad necesaria para salir adelante, aunque desde Tecnilógica lo tenían muy claro: se podía. 

De este modo, según nos cuenta del CTO de Tecnológica, Juan Alonso, “la idea surge tras una reunión con José Carlos Gosálvez, el director del departamento de Música y Audiovisuales de la Biblioteca Nacional, quien nos propuso hacer una visita guiada por los archivos donde se guardan los fondos de su departamento”. Fue en ese momento, envenenados quizá por la magia del lugar, y tras tomar unas fotografías, cuando surgió la idea. 

“¿Por qué no íbamos a poder reproducir el disco a partir de una imagen?”. En ese momento es cuando desarrollaron un prototipo y vieron que era posible extraer e interpretar la música que había en los discos. Después, simplemente, hablaron con la Biblioteca Nacional para que les proporcionara las imágenes de los discos a la vez que mejoraban su prototipo hasta convertirlo en un desarrollo estable. 

La idea estaba en marcha, y Tecnilógica, empresa con un alto componente de innovación tecnológica, y valga siempre el juego de palabras con su nombre, tenía todo listo. Así, a partir de una fotografía, la empresa desarrolló un software que, basado en un sistema de tratamiento digital de la imagen, es capaz de leer la codificación de las notas y reproducirla sin prácticamente intervención manual. A partir de esa fotografía, Tecnilógica ha ido digitalizando los diferentes formatos de este tipo de discos almacenados en la BNE: Ariston, Ariosa, Herophone y Symphonion. 

Los registros sonoros digitalizados son alrededor de un centenar de discos perforados en cartón y metal fabricados durante la segunda mitad del siglo XIX y que, gracias al trabajo en colaboración con Tecnilógica, podrán escucharse online a través de la Biblioteca Digital Hispánica, plataforma de la BNE para la difusión pública de su patrimonio a través de Internet.

Resultado y recompensa                                                                          

Preguntado Juan Alonso por el resultado final, su respuesta es muy rotunda, “sin duda ha merecido la pena”. Así, pone especial énfasis en que los desafíos técnicos a los que se han enfrentado también les ha permitido contribuir a la difusión del patrimonio bibliográfico sonoro publicado en España. De ese modo, todas las grabaciones recuperadas se encuentran a disposición de los usuarios sin necesidad de permisos especiales, ni tener que manipular los discos ni la delicada maquinaria que los hacía sonar. 

Por lo que respecta a otro tema que no es menos importante, y sobre todo para una empresa, es decir, el del dinero cuando suena, el CTO de Tecnilógica sale al paso aclarando que gracias a este proyecto han conseguido llegar a clientes a los que no habrían podido llegar de otra manera. Eso, unido a la mención honorífica en los premios Succeed de 2014, supone una carta de presentación inmejorable que les ha abierto camino a diferentes fundaciones, centros y museos que están interesados también en la recuperación del patrimonio sonoro y no sabían a quién dirigirse. 

¿España tecnológica?                                                                              

Contando con la presencia de Juan Alonso, había que preguntar por la situación española a nivel tecnológico, teniendo en cuenta que su empresa está trabajando en diversos proyectos. ¿Pero existe ese mismo nivel de innovación e implicación por mejorar en otros ámbitos? En este sentido el CTO de Tecnilógica asegura que una acción así presenta una serie de beneficios indirectos que no se pueden menospreciar. Y no solo se refiere a la publicidad que un proyecto así proporciona, sino a la posibilidad de contribuir, aunque sea modestamente, a la conservación y difusión de los fondos culturales. 

Por otra parte, en cuanto a las empresas tecnológica españolas, no cree que sea tanto un tema de preparación, de hecho afirma que “el nivel es el adecuado”. Más bien se trata, según Juan Alonso, “de que se cumplan una serie de condiciones que a veces es difícil: disponibilidad del equipo, interés del proyecto, oportunidad de negocio -aunque sea a largo plazo-, etc”. De esta manera, según su opinión, cree que es “una cuestión de filosofía corporativa”. Sea como sea, lo que está claro es que la acción llevada por Tecnilógica junto a la Biblioteca Nacional debe ser un punto de apoyo en el que situar la palanca del cambio para que otras muchas empresas se sumen a acciones que propulsen la innovación abrazada íntimamente con la tecnología y la suma de nuevas señas de identidad. 

Por: Raúl Masa (@raulmasa)