El 4G busca su punto de maduración en España

Desde que la tecnología móvil de conexión ultrarrápida llego a España, es decir, el 4G, los medios especializados han venido haciendo exámenes parciales a la situación. Cobertura, velocidad, precio, y otras tantas variables que le deben configurar finalmente como el estándar de conexión para los próximos años, y que garantice un país perfectamente estructurado en materia de conectividad móvil. 

El primer “toque de atención” llegó en la primavera de este año cuando el portal ‘testdevelocidad.es’ a través de un estudio sobre la velocidad del 4G en España diagnosticó que no todo se ajustaba a la realidad anunciada por los operadores. Así pues, empezaban las primeras dudas. Las compañías hacían gala de su cobertura y cada día ampliaban ese porcentaje con el que decía llegan a la población. Ahora bien, ¿qué más da llegar a más o menos gente si no lo haces con la calidad óptima? 

Comprendemos que no hay mejor tecnología que el paso del tiempo para evolucionar hacia lo que será la realidad en cuanto a conectividad móvil dentro de muy poco tiempo (meses). Así pues, conviene hacer un pequeño repaso, una fotografía fija del 4G en España en estos momentos. Todo surge a raíz de una información publicada por Telefónica España en la que manifiesta su colaboración con varias compañías tecnológicas del sector como Ericsson, Nokia Siemens Network y Alcatel Lucent, para llevar a cabo una serie de pilotos tecnológicos en el ámbito de la red móvil 4G y comprobar así las mejoras futuras a corto y medio plazo que se pueden implementar en cobertura, calidad, capacidad y velocidades en la transmisión de los datos. 

De este modo, los proyectos deben permitir probar en entornos reales las últimas novedades tecnológicas del mercado en el acceso radio móvil de 4ª Generación como small cells, MIMO, carrier agregation o Femto-LTE-. Según Telefónica, el objetivo de estas nuevas iniciativas es poder desplegarlas en red lo antes posible para que la compañía busque el ansiado liderato en el mercado español en desarrollo y despliegue de la banda ancha ultrarápida. 

ORANGE, YOIGO Y VODAFONE 

Con el órdago del incumbente sobre la mesa, desde ‘AhoraEmpresas.com’ hemos querido saber de primera mano cómo está la situación en el resto de operadores. Así pues nos hemos dirigido a ellos para obtener cifras que nos ayuden a configurar la situación del 4G en España a día de hoy. 

Por lo que respecta a Orange, durante el primer semestre, alcanzó un total de 1.400.000 clientes 4G un año después del lanzamiento de estos servicios. En este momento, la cobertura 4G de Orange llega ya a más de 200 municipios, proporcionando cobertura a más del 50% de la población española. A final de año, Orange llegará a más de 400 localidades españolas, incluyendo todas las capitales de provincia y todas las poblaciones de más de 50.000 habitantes, además de aeropuertos, centros comerciales y zonas de ferias de muestras. 

Esto supondrá una cobertura 4G que alcanzará a más de dos tercios de la población a nivel nacional. Orange está invirtiendo en este plan de despliegue 4G un total de 1.100 millones de euros que incluyen la renovación de su red móvil, la compra de espectro necesaria para la prestación de estos servicios y las inversiones propias en tecnología 4G. 

Vistas las cifras de uno de los operadores que debido a su, de momento, escasa iniciativa en fibra más está “guerreando” en el 4G, por lo que respecta a Yoigo, en los dos últimos años y medio han invertido más de 300 millones de euros en red de acceso y, desde el año 2012, el grueso de esta inversión se ha dedicado a impulsar el despliegue de 4G. En la actualidad, Yoigo ya dispone de más de 2.700 emplazamientos equipados con 4G y está presente en todas las capitales de provincia, en los municipios de más de 70.000 habitantes y en aquellos municipios que, por cercanía a su capital, han sido considerados estratégicos. En total, la red 4G de Yoigo llega a 221 municipios españoles y a más del 50% de la población. 

Además, Yoigo firmó un acuerdo en julio de 2013 para dar cobertura 4G a los clientes de Telefónica, mediante un servicio mayorista pionero en España. Yoigo es el único operador que está ofreciendo servicios mayoristas 4G a operadores móviles virtuales. Estos acuerdos permiten rentabilizar su red y acelerar la creación de economías de escala y de alcance.

Por último, Vodafone, por cuestiones corporativas no ofrece datos sobre inversión económica, pero sí puede confirmar que en estos momentos ya ha llegado a la cifra de 1,2 millones de clientes 4G. Además, recuerda que ha sido el primer operador que lanzó este tipo de conectividad en España, algo por lo que, efectivamente, debe ser recordada. 

En lo que respecta a su alcance, al cierre del último trimestre, la cobertura 4G llegaba a 482 municipios, extendiéndose a las zonas más turísticas. Unas cifras que como vemos son muy parejas a los demás operadores. 

¿PRESENTE O FUTURO? 

Una vez que tenemos los datos sobre la mesa, y con todos los operadores queriendo ser “líderes”, por desgracia sigue habiendo más preguntas que respuestas. Es decir, tanto Orange como Yoigo y Vodafone están cubriendo ya entre 200 y 400 municipios, eso es una realidad. Pero los datos de clientes se empantanan en esa lucha de tirárselos unos a otros, “yo tengo 1 millón”, “pues yo 1 millón y pico”, “pues yo un 1 millón y pico, pero mi pico es más grande”. Es decir, al final tampoco sabemos si esos clientes están satisfechos o no, solo conocemos que los tienen. 

Pero las preguntas no acaban aquí. Ha mejorado la conectividad y la velocidad, sí, ¿pero qué hay del volumen de descarga?, ¿es compatible navegar más rápido y mejor pudiendo tener acceso a más datos cuando mi tarifa es de un 1GB? ¿Puedo costearme 5 GB de descarga para ver series como anuncian estos operadores con un precio de 50 euros? En estos momentos hay una sensación extraña, y es que el 4G está presente, se percibe como una realidad, pero todavía no se ha adaptado a la masa social, la del gran consumo, la que a fin de cuentas paga los salarios de los trabajadores (y directivos). Por todo ello se puede concluir que se busca el punto de maduración, el que todavía está por llegar. 

Por: Raúl Masa (@raulmasa)