El Gobierno saca pecho por Telefónica ante la fibra

Tópico y recurrente hasta la saciedad, pero efectivo en el conflicto sobre el despliegue de fibra. Hablamos sobre el camarote de los hermanos Marx, ¿recuerdan? Pues a Telefónica, la CNMC, Orange y Vodafone… se ha unido el Grupo Parlamentario Popular del Senado. O lo que es lo mismo: el Gobierno. 

Y es que dicho grupo ha presentado ante el Senado una moción en la que insta a la CNMC a que “ceda” ante sus legítimas intenciones de que Telefónica comparta la fibra, según cuentan desde Europa Press que han tenido acceso al documento. No, no se trata de ninguna broma. En un mercado de libre competencia donde existe un regulador, supuestamente independiente, el Gobierno saca la bandera y sugiere lo que se debe hacer en el terreno empresarial para generar mejor servicio a España. 

Es más, todo alcanza un aroma de irresistible sainete cuando el Partido Popular advierte de que una “desproporcionada intervención regulatoria” de la CNMC podría tener efectos “colaterales”. Los que intervienen en el conflicto acusan de intervenir a los que ya han intervenido. Lo del “dejar pasar, dejar hacer” a los mercados, no parece muy popular en estas latitudes de Europa. 

Gran parte de las “quejas” del Partido Popular se centran en “la espiral de consecuencias indeseadas que tendría para el mercado laboral”. Las cifras son las que aleatoriamente se vienen manejando desde que Telefónica anunciara el cese de su inversión: unos 30.000 puestos directos, y otros 10.000 indirectos. Pero todo calculado a bulto y con la precisión de quien no pretende ser preciso. 

Vodafone, Orange y el Gobierno                                                             

La secuencia en este conflicto ya la hemos relatado. CMNC, reacción de Telefónica, reacción de Vodafone, reacción de Orange, y por último, intromisión del Gobierno. Cada uno con sus intereses legítimos, y todos poniendo como excusas a los clientes. ¿Ahora sí interesan las personas?, ¿ahora preocupan los trabajadores? 

En una sociedad medianamente libre, que el Gobierno presione al órgano regulador competente sería una pantomima que supondría la invalidez regulatoria de dicho órgano. Y punto. Aquí en España las cosas funcionan a otro ritmo. Puede que alguno de los firmantes de ese escrito remitido al Senado acabe (de manera milagrosa) en alguna empresa de telecomunicaciones, y no especificaremos cuál. 

El sector ‘telecos’ está jugando con fuego, las empresas lo saben, pero no quieren pararlo. Cada vez que no les gusta algo recurren a la Administración para que les dé la razón. Pero a su vez imploran menos regulación y ser “más libres”. Querer que alguien te acaricie el lomo implica que tenga la correa a mano para tirar de ella cuando quiera. El conflicto de la fibra promete llevarse a alguien por delante, y de momento la CNMC está bastante tocada. Su credibilidad en tela de juicio por el propio Gobierno. Ver para creer. 

Por: Raúl Masa (@raulmasa)