LG G Flex 2, el ejemplo para el desafío de LG

Estamos tan saturados de que cada año los fabricantes de tecnología móvil lancen al mercado un terminal que “cambie nuestras vida”, que cuando realmente se acercan a algo parecido, lo tomamos como “uno más”. Sin duda este puede ser el caso del LG G Flex 2, la segunda versión del dispositivo curvo de los coreanos LG que ha sido presentado en el CES de Las Vegas.

Volvamos a la pregunta: ¿este smartphone va a cambiar nuestras vidas? Siento ser duro con LG, pero no, este dispositivo es “uno más”. Ahora bien, el LG G Flex 2 también puede tener un simbolismo utópico que, entremezclado con otras cuestiones, al final pueda significar un cambio de patrón en la tecnología móvil.

¿Dónde vamos a parar? Desde hace ya unos años se acusa a Samsung, a la sazón el rival geográfico de LG, de que su tecnología no avanza, que del Galaxy S3 al Galaxy S5 nada ha cambiado. Pues bien, en LG parecen haber aprendido la lección y han apostado fuerte por esta segunda versión del terminal curvo. Es cierto que, a tenor de quienes lo han podido ver en primera persona, tan solo trae ciertas mejoras tecnológicas, y poco más (que no es poco).

Pero insistimos, vamos algo más allá. LG apuesta, se arriesga. Al igual que hace en el segmento de las televisiones, quiere coger la iniciativa, ver el hueco por el que sobrepasar a Samsung (su gran obsesión), y demostrar que siendo una marca global no va a tener miedo a nadie.

Mientras, se espera para el MWC de Barcelona al LG G4, otro terminal con el que la compañía coreana pretende plantar cara a Apple y Samsung. Hablan desde la empresa que quieren tomárselo como un reto: cambiar la tecnología móvil, experimentar. En cierto modo no les queda otra alternativa. Después de haber pasado unos años de sequedad financiera, el pasado año volvieron a recuperar los beneficios de antaño. Por lo tanto, aunque el LG G Flex 2 no suponga más que la continuación de una rancia carrera que han iniciado los fabricantes por construir más de lo mismo, pero con otra caja distinta, la realidad es que LG prefiere asumir riesgos, aunque el precio final sea el mismo.

Por: Raúl Masa (@raulmasa)